Fotos con mamá

Hoy os traigo a este rincón una sesión de esas que me encantan, una sesión de fotos con mamá.

La protagonista es la familia de Lucrecia, que ganó el concurso #mamalamasbella y que por fin pudimos cuadrar día para vernos y pasar un rato jugando en el parque. Ya os dije que sería blandita y los papás también serían incluidos en la sesión, pero, como también os dije, creo que en la mayoría de los casos nosotras salimos muy poco delante de la cámara, preocupadas como estamos de captar las historias de nuestros hijos, sin darnos cuenta que somos una parte fundamental de ellas.

Lucrecia es básicamente puro amor, una persona que irradia positivismo y con una manera muy optimista de ver la vida. Además ayuda, a todo el que quiera, a brillar en sus sesiones de coaching to shine y por supuesto lo aplica en su día a día con sus dos fantásticos hijos.

Nos fuimos al parque, junto al Templo de Debod, e hicimos aquello que hacemos todos los días, rutinas que no por ello son aburridas porque ellos saben lo importante que es disfrutar de los pequeños placeres para que nuestros hijos sigan descubriendo vínculos y compartiendo sus experiencias favoritas con sus padres.

Creo que hay pocos niños a los que no les gusten los columpios. En los primeros momentos son de los más divertido porque papá y mamá te empujan hasta casi tocar el cielo, te ponen caras para que te rías, y si tienes suerte de que tu hermano esté al lado puedes jugar mientras te columpias con el pañuelo de mamá….¿alguna pega?

En el parque también se plantean muchos retos, pero siempre es bueno tener a una mamá que nos ayuda a superarlos y nos enseña a hacerlo por nosotros mismos, para que algún día ella pueda sentarse en el banco a descansar jejejeje.

Si hay algo que me gusta de Lucrecia es que siempre tiene la mente maquinando, por lo que el parque también puede ser un lienzo donde plantear juegos nuevos que en casa no salen tan divertidos

Por supuesto no pueden faltar las pompas en el parque….

Una de las cosas que veo de forma continua es la adoración de los hijos por las madres, por cuidarlas, por atenderlas y por mostrarles todos sus nuevos descubrimientos, creo que el enamoramiento es mutuo y estas situaciones no solo fomentan que nos olvidemos de esos momentos en los que pensamos tirarles por la ventana o hacer un Homer Simpson, sino también esa creación de vínculos tan importante de la que siempre os hablo.

A mamá se la enseña como hemos sido capaces de hacer funcionar un juguete solos, poner una mariposa en la flor más bonita que encontramos para ella, o prepararla un cafecito en nuestro picnic improvisado. Son pequeños detalles que a veces se nos escapan pero que sin duda están presentes día a día mientras les vemos crecer.

Así pues una mañana muy bien aprovechada de juegos, confidencias, nuevas experiencias y sobre todo muchas fotos con mamá.

Y para despedirme os dejo con una foto de bimaternidad real como la vida misma, porque en una mañana también hay cabida para algún enfado…pero se pasa rápido si existe un abrazo de mamá, aunque llegue un momento en el que siempre son 3 en la foto 😉

Espero que os haya gustado y que os animéis a salir, o pedir que os saquen, a vosotras también en las fotos.