Los viernes en la blogosfera son para tomarse cafés y contar cosas un poco personales. Una iniciativa iniciada por sonambulistas y acompañada por muchos blogs amigos como confeti en los bolsillos, bizcocho de chocolate,
Si estuviéramos tomando un café os contaría que quiero utilizar estos momentos de calma para mirar, y enseñaros, cosas que me inspiran. Quiero sentarme cada viernes con un fotógrafo, unos de esos que me han marcado desde antes de dedicarme a esto, uno de esos que marcó en cierta forma mi trayectoria, uno que he descubierto recientemente…. personas, que se dedican a mirar el mundo a través de un objetivo, pero que no se quedan solo ahí, sino que nos muestran realidades de un mundo que miramos muchas veces sin ver o simplemente sin apreciar la belleza de las cosas cotidianas captadas bajo esa luz especial. Y quiero compartirlo con vosotros para que conozcáis un poco más mis gustos y, si os sirven, puedan ser también fuente de inspiración para vosotros.
Si estuviéramos tomando un café os contaría que cuando ya tenía todo el proyecto montado descubrí por casualidad a Vivian Maier y cómo me enamoró por su visión sencilla de lo que pasaba a su al rededor y su misteriosa historia.
Vivian tenía ascendencia francesa pero pasó buena parte de su vida en Nueva York y Chicago en la segunda mita del siglo veinte. A mi, que queréis que os diga, ya de por sí me fascina Nueva York pero el regustillo de los años 50-60 me transporta a una belle epoque como en la película de Woddy Allen.
Vivian no era fotógrafa, sino que trabajaba como nanny en los Estados Unidos. Sin embargo, como nos ha pasado a muchos, el tener una cámara entre las manos la apasionaba, y recorrió las calles de Nueva York fotografiando todo aquello que pasaba a su alrededor. Es por ello que se la considera una Street Photographer (o fotógrafa urbana), todas sus fotografías sean personas, edificios, escaparates, parques, autobus…todas se producían estando ella en la calle.
Si estuviéramos tomando un café os contaría cómo mi amor por la fotografía urbana nace de una amistad fortuita en el barrio, de unos paseos en los ratos muertos o de varias horas sentada en la plaza de Callao. Y es que, para mí, Madrid tiene unas calles tan apasionantes como las de Nueva York y me encanta descubrir, mientras observo sin prisas, que incluso las gentes que pululan por ellas no son tan homogéneas como creemos.
Si estuviéramos tomando un café os confesaría que todavía tengo que atreverme más, porque para mí lo interesante de las ciudades son las personas que viven en ella y os aseguro que caminando me he encontrado con más de una situación fotografiable ;-). Y esa es una de las cosas que me atrajo de la fotografía de Vivian Maier y es que tenía ojo para captar a la gente con la que se cruzaba y para muestra… un botón.
Vivian Maier hizo innumerables fotografías pero solo las reveló en un corto periodo de tiempo en el que, en la casa donde trabajaba, pudo montar un cuarto oscuro. Posteriormente fue acumulando rollos y rollos de película. Al final de sus días fueron unos niños, a los que cuidó en sus primeros años, los que se ocuparon de ella. Pero todas las cajas con sus fotografías fueron vendidas para pagar facturas. Hasta que un joven llamado John Maloof, buscando fotografías para hacer un proyecto urbanístico, compró una de esas cajas llenas de negativos y descubrió a esta brillante fotógrafa. Podéis leer la apasionante historia completa aquí.
Y ya que nos estamos tomando un café, tu y yo, con ella me encantaría preguntarla ¿cómo te sentías al mirar tras el objetivo a esa sociedad tan dual?, ¿cómo conseguías que ellos te miraran de forma tan sincera? y ¿por qué, que yo sepa, nunca te atreviste a llevar tu trabajo a una galería?
Creo que muchas veces, y parece que hay estudios que lo confirman, las mujeres no valoramos en su justa medida lo que hacemos, aunque sea un trabajo extraordinario.
Y por eso, después de haber pasado unas semanas intensas oyendo y discutiendo sobre el papel de la mujer en la sociedad actual, me da por preguntarme (y preguntarte) ¿qué deberíamos hacer para, no solo valorarnos más, sino hacernos valer en el mundo?
Espero que os haya gustado este café y que me acompañéis en muchos más.
**Actualización 17/09/2015**
Ahora tenéis la oportunidad de ver algunas de sus mejores fotografías en el Espacio Bernal (Madrid) hasta el 26 de septiembre
++Actualización 01/08/2016++
En Madrid Nueva oportunidad
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