Jugando en familia
Esta sesión es de esas que te apetece compartir en cuanto la terminas, porque el resultado muestra exactamente lo que querías, ver como D iba descubriendo el juego con sus padres.
La primera vez que conocí a D creo que ambos sufrimos un flechazo. El no podía apartar su mirada de mis gafas (hoy por hoy creo que es mi mayor atractivo para los bebés :P) y yo no podía creer que estuviera ante un bebé tan espabilado y receptivo ante una completa extraña.
Con Lola la conexión no fue menor y rápidamente nos pusimos de acuerdo cómo íbamos a liar a su pareja para pasarnos una mañana jugando todos juntos.
Ya he comentado por las redes cómo los hombres pueden ser más reticentes para dejarse fotografiar (especialmente por personas ajenas) pero luego, en cuanto les dejamos a su aire y sentirse igual de niños que sus hijos, son los que mejor se meten en el papel de ponerse delante de la cámara sin posar.
Un rincón luminoso, a pesar del día, un día de los enamorados en los que en flotaron muchas pompas (que bien podían a ver sido corazones) y una familia que disfruta de su peque. Yo desde luego no puedo pedir más.
Os dejo con algunos de los momentos de esta mañana y un trocito de cómo quedó D ante todo ese juego y atenciones.
Ya sabéis que me tenéis por aquí para retratar todos esos momentos cotidianos llenos de belleza que vivís día a día…aunque a veces no nos demos cuenta