La semana del amor o de carnaval

Estamos celebramos la semana del amor aderezada con carnaval o viceversa y yo, investida de originalidad, me he dicho: página nueva, sección personal nueva….post nuevo.

Para mi, romántica empedernida, siempre me encantó el concepto de San Valentín (no en vano me he visto unas 300 veces Sleepless in Seattle) pero a mi, desastre caótico total de persona, siempre se me echaba encima el día y confiaba en la pareja de turno. Pero todo cambió hace 6 maravillosos años en los que, como este año, el 14 de Febrero caía en sábado y Nueva Zelanda nos esperaba con su verano y… pues eso, confluencia de planetas, sabiduría por la parte de mi compañero sobre lo mala que soy con las fechas y circunstancias familiares, fijaron la fecha de la boda.

Tres años después una enana casi nos roba el protagonismo pero finalmente decidió darnos dos días de margen (que vamos porque es San Valentín, que sino nos habíamos quedado sin aniversario igual :P).

Comprenderéis ahora que Febrero sea un mes especial para mi ¿verdad?

Así, de primeras, diría que una sesión de fotos sobre la exaltación del amor pues como que no me va, pero claro ya es mundialmente conocido eso de Love is all around. Por eso me encanta mi trabajo porque, descubriendo esos vínculos, ves que son muchos los gestos que hacen saltar chispas de amor, de complicidad.

Son miradas, sonrisas y risas espontaneas, inconscientes, subconscientes. Momentos que vivimos juntos sin apenas valorarlos hasta que miramos atrás y atesoramos esos momentos en la caja fuerte de nuestro corazón.

Tengo muy presente, cada vez más, el amor a mi pareja, a mi compañero de vida, el que me aguanta y aguanto (aunque haya momentos en los que podríamos estamparnos algo en la cabeza).

Mi hija ha llenado un hueco muy importante en mi vida y lo disfruto cada día más. Adoro todos esos momentos de risas y, porque no decirlo, de peleas y llantos porque terminados, aparecen abrazos de esos en los que te fundes y el resto desaparece.

Pero también añoro a mi padre, ese otro hombre de mi vida, aquel con el que podía ser yo misma porque sabía que tenía delante un espejo, aquella persona con la que me podía enfadar tan solo 5 minutos. La roca que el cáncer, como hace con muchos otros, me arrebató antes de tiempo.

Doy gracias por todas aquellas personas que me rodean, las de siempre, las de ahora, la familia que me toca y la que yo he elegido. Porque todos ellos me llenan y me hacen ver que el amor, verdaderamente se encuentra en todas partes y merece ser vivido y recordado.

Por todos esos momentos vividos en primera persona y por todos aquellos que tengo el privilegio de vivir detrás de la cámara os quería abrir una ventanita a mi semana del amor. Animaros a que disfrutéis de los pequeños momentos donde se produce la química y que la fomentéis, no solo con vuestros hijos sino con vuestra pareja, vuestros padres, traed a los tíos y que disfruten de los peques…. en definitiva, tomaos este tiempo de empalague como un recordatorio de las dosis que hay que darse a lo largo del año.

Aquí me tenéis si necesitáis dejar constancia de alguna.

Hasta pronto