Disfrutando del Zoo de Madrid

Una tarde en el Zoo Aquario de Madrid

Creo que desde que mi hija dió sus primeros pasos nos compramos el pase el zoo y lo visitábamos una vez por semana. Estábamos sin guardería y este era un sitio genial para enseñarle en vivo y en directo como la vaca hacía «muuu» y los monos «uuuaaauuu».

Pasamos ratos geniales y aún hoy es uno de sus lugares preferidos. Creo que ya tenemos incluso nuestra silla marcada en el delfinario donde tomamos la merienda algunos días después del cole o el recorrido con papá los fines de semana cuando mamá tiene que trabajar en el estudio.

Así que cuando mi amiga Lía volvió por fin a hacernos una visita, después de un año sin vernos más que a través de la pantalla del ordenador, y nos propuso ir allí no pude por menos que alegrarme de poder estar allí para capturar esos momentos mágicos cuando descubrimos con ellos a los animales, y dejar constancia de estos preciosos momentos y vínculos que ya me demostraron años antes.

Su pequeña tenía claro cual iba a ser el primer animal que visitáramos: El Panda. Y es que cuando el era un bebé de apenas el tamaño de uno de sus bracitos ella era un bebé de un añito.

Claramente ahora ha crecido mucho, pero también nosotros, y es una gozada ver cómo se sorprendía y soltaba esa frase tan de abuela «¡¡¡cómo ha crecido!!!»

El Zoo de Madrid da para mucho, caminar, dejarte la espalda en uno de esos carritos, ver animales, sentarte en las exhibiciones…. en un espacio donde ellos van por su cuenta o cuentan contigo para que les hagas de guía.

Sin duda de las mejores actividades es observar juntos los animales y clonar sus expresiones

Hay muchas experiencias que se pueden vivir en el Zoo de Madrid y ver a estas dos chicas compartir momentos y dejarme acompañarlas para estar atenta a todo lo nuevo que se presentaba fue fenomenal.

Pero sin duda el colofón es el parque nuevo que han montado a la entrada/salida del Zoo, la guinda perfecta para terminar una tarde de 10

La próxima semana os cuento cómo fue nuestra sesión «oficial» en el Parque de El Retiro, una sesión que espero tengamos como costumbre seguir haciéndola de forma anual.

Gracias Lía por tu amistad y confianza en mi trabajo.