Actos cotidianos de valentía

Hay un acto valiente que las mujeres podemos hacer cada día

No es algo sencillo, consiste en ponerse delante del espejo. Me dirás que lo haces todos los días, que no es nada especial y yo te contestaré «porque no te ves». Nos ponemos delante con prisa, con suerte consigues completar la «rutina de belleza» sin estar presente, sino con tu mente en mil tareas pendientes. Miras la combinación de ropa si no es algún conjunto que ya tengas trillado por la rutina, pero NO TE MIRAS.

Lo único en lo que igual si nos fijamos es en los números de una balanza que son eso,números, pero que de alguna manera pueden llegar a dictar los sentimientos que volcamos en nosotras mismas.

También te centras en esas cosas que han cambiado y que parecen no querer volver a su ser (ese que guardas en la memoria porque en realidad tú sientes en tu interior que queda mucho de ella)

O quizás te miras y comparas a través de una pantalla, te dejas bombardear por imágenes de perfección, de imperfección perfecta, de #posivebody ….pero en realidad ninguna de las que presume de cuerpo tiene TU cuerpo.

Al fin, nos miramos con más dureza que los jueces de aquellos absurdos concursos de belleza, y lo hacemos porque ni siquiera tenemos claras las normas, y siempre jugamos con desventaja porque nos torpedeamos a nosotras mismas.

Sería para mí muy fácil decirte «quiérete» pero te diré que aprendas a quererte, y te lo diré desde ese lugar desde el yo misma sé que no te estoy pidiendo nada inmediato, ni instantaneo que pueda suceder por arte de magia.

Pero este es tú cuerpo, el de nadie más.

Este cuerpo que tienes ha hecho cosas maravillosas, piénsalo.

Te ha llevado a lugares increíbles, lo has vestido de mil y una maneras, a través de él has sentido grandes alegrías y has canalizado pérdidas inmensas, has sentido placer y dolor e incluso puede ser que hayas creado VIDA.

Algo perfecto es algo que encaja contigo, algo que te permite conseguir tu objetivo. Tú eres perfecta en cada momento de tu vida y cuando sientes que no lo eres tienes esa capacidad para cambiar lo que te impide avanzar y volver a sentirte bien. Pero tenemos que aprender a mirarnos con más bondad y más allá de los cánones y comparaciones porque amiga mía solo hay una como tú en el mundo.

Habrá días que no te quieras o no te aguantes, ES NORMAL, pero no dejes que esa sensación se alargue o deje una huella imborrable, permítete ese equilibrio que te permita seguir adelante.

Yo tengo un defecto, tiendo a ver el lado bueno . Esto como fotógrafo es un defecto, porque cuando alguien se pone frente a mi, conecto con esa actitud que me hace ver el brillo de las personas. Es como si unos ojos, una sonrisa una vuelta de cabeza o unos brazos en jarra ensombrecieran todo lo demás.

Pero resulta que cuando muestras una foto te chocas con que la persona en frente actúa de distinto modo, para ella un atributo es capaz de ensombrecer todo lo demás. Y ahí es donde comienza el verdadero trabajo….el generar esa actitud ante nosotras de saber en el momento donde estamos, qué cuerpo nos ha llevado hasta este ahora. Es visualizar todo lo bueno de lo que hemos sido capaces de rodearnos o incluso sacar ese brillo en los ojos al mirar a un futuro lleno de promesas.

La fotografía no solo nos sirve para recordar, sino también para sanar o como combustible para saber que somos parte de una historia, la nuestra, con muchos capítulos escritos pero muchos más por escribir.

Estas son mujeres bellas que hay tenido la generosidad de cederme algunas imágenes de sus sesiones.

Flavia es sin duda una de esas mujeres que vio más allá de mi poder para transmitir historias familiares y se lanzó a capturar la suya, con sus luces y sus sombras pero bella como solo ella podía ser. La conexión que generamos fue preciosa y yo me llevé mucho aprendizaje conmigo así que ella sabe que nunca la agradeceré lo suficiente que creyera en mi para algo tan bonito.

Y Marta…ella me recordó que tomar la decisión para hacerse una sesión por trabajo puede generar vernos más allá de nuestra faceta de Madre y trabajadora y empoderar esa M de mujer.

El momento para ponernos frente a una cámara puede que nunca sea el perfecto si nos queremos ver a través de esas comparaciones y números pero si lo es AHORA, porque en cada momento tenemos una historia propia que contar, nos podemos permitir un momento para no desaparecer y saber que, al igual que nuestros hijos o la gente a nuestro al rededor cambia, nosotras también evolucionamos desde las sombras más profundas hasta las luces más brillantes.

No sé si te llegarás a poner frente a una cámara, pero si te pido que hoy te mires y te ADMIRES porque vales mucho y no está demás que seas tú la primera que te lo digas.

Gracias por estar al otro lado.

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