Descubriendo Vínculos con MySalus
Creo que hay dos cosas en las que todos los padres y madres del mundo podemos estar de acuerdo:
- La maternidad/paternidad es agotadora. Esta activada 24/7 los 365 días del año hasta el resto de tus días, estés o no con ellos.
- Te regala momentos inolvidables, lecciones de vida, y la balanza, de algún modo, siempre logra quedar en positivo.
Por eso siempre he gritado a los cuatro vientos que fui la mujer más afortunada del mundo al contar con la ayuda de mi suegra y mi madre para aliviar ese primer mes de posparto en el que las novedades se acumulan y el tiempo se te escapa entre los dedos y, sin saber cómo, has llegado a la merienda todavía en pijama.
Ellas vinieron al rescate con las cosas claras. En esa casa había que comer bien (mi suegra se encargaba de dejarnos tuppers en la nevera) y mi madre mantenía un orden en la casa. El vínculo que se generó entre mi hija y yo fue tildado de enmadramiento extremo y mi enamoramiento también fue excesivo pero pasadas unas semanas yo solo era una sombra de mi, por eso agradecía (aunque tuviera q oír algún que otro lloro) los brazos de esas mujeres para poder ducharme o comer (cosas básicas, no pedía mucho).
Yo tuve esa suerte, por cómo son ellas y por estar cerca, pero no todo el mundo tiene esta opción. Familia lejos, hermanos/as inexpertos, padres mayores que no pueden hacerse cargo del bebé o de esas otras cosas que tanto necesitas o que simplemente ya no se encuentran con nosotros…
Todos hemos sido padres primerizos alguna vez ( o quizás algunos de los que me leéis estáis pensando en serlo pronto) y por muchos libros que leas, por muchos planes que te hagas en tu cabeza….una vez que tienes entre tus manos esas personitas diminutas, un escalofrío de miedo paralizador puede recorrer tu cuerpo más de una vez al día.
Te surgen mil dudas, y no todas se pueden resolver yendo al médico o a la matrona del centro de salud. ¿Cómo te van a recomendar ellas los pasos para una buena higiene del bebe, sin un baño cerca? ¿o trucos para darles las vitaminas del infierno? Inclusive algo a lo que yo tenía especial pavor…sacarle los mocos con el aspirador. Son muchas las cosas nuevas que vienen dentro del libro de protocolos para el bebé y que no siempre nos preparan con una simple lectura.
Tiramos mucho de instinto y, como decimos, somos la mejor madre/padre que ese niño va a tener, pero ¿a cuántos/as nos hubiera gustado tener la oportunidad de tener una demostración in situ de los procedimientos y a partir de ahí ir manejando y perfeccionando nuestro propio estilo?, y sobre todo, ¿a cuántas nos hubiera gustado poder recuperarnos de una semana de apenas pegar ojo teniendo una noche para dormir con la tranquilidad que hay alguien profesional y sensible cerca cuidando de nuestro peque?.
Este verano Nuria y Santi fueron muy amables y me abrieron la puerta de su casa para que les pudiera conocer a ellos y cómo se manejan como padres primerizos de unas gemelas preciosas.
No llegué a una hora típica de “”sesión fotográfica” y es que en esta sesión también iba a conocer a Lilly, puericultora y auxiliar de enfermería del equipo de MySalus que esa noche trabajaba en la casa ayudando a Nuria y Santi como ya llevaba haciendo unas cuantas noches desde que ambas gemelas aterrizaron en su nuevo hogar.
A y J tienen 15 días de vida, pero no han sido nada fáciles, sobre todo para J que se tuvo que quedar en el hospital algo más que su hermana para salir en peso y comenzar a vivir junto a papá y mamá su nueva aventura fuera ya de la seguridad de su tripita.
Dos padres con una red de apoyo familiar muy escasa, con la complicada conciliación de la madre que tendrá que volver a trabajar tras la baja maternal y un padre autónomo sacándose las castañas del fuego con mediana flexibilidad de horarios. Son primerizos y con muchas ganas de serlo, por el tiempo pasado deseando ser padres. Esas ganas nos hacen comernos el mundo, pero cuando esas pequeñas criaturas pasan a formar parte de tu día a día comienzas a ver que la frase que te repetían durante el embarazo cobra sentido “aprovecha a dormir ahora que luego…” pero por muchas horas que hayas acumulado, el cuerpo se rinde ante el bucle de tomas, cambios de pañal, gases, baño…
MySalus es, como muy bien dicen ellas, la pieza clave que faltaba tras ser madre, una atención integral a la mujer que ofrece una solución adaptada a cada familia: dudas médicas resueltas por profesionales titulados a través de email o teléfono, asesoras de lactancia para conseguir una experiencia exitosa, recuperación de la figura tras el parto, servicio de Salus a domicilio (diurno o nocturno) para unir sesiones de asesoramiento y posibilidad de descanso en tu propia casa, además de coaching para madres y estilismo.
Nuria y Santi eligieron el servicio de Salus con antelación porque temían que el parto podría ser prematuro y esta situación les generaba algo de stress, finalmente no fue así, pero igualmente se alegraban sobre manera el haber llamado a MySalus y contar con ellas en estos primeros momentos.
Yo había oído tanto y tan variado sobre el servicio de las Salus que les propuse una colaboración para poder conocer de cerca este servicio y daros mi punto de vista.
Las fotos que vais a ver a continuación fueron tomadas durante un día cualquiera, habiendo pasado Lilly ya unas cuantas noches con ellos. Las fotos son naturales, siguiendo mi estilo de discreción, y no se ha forzado ninguna situación sino que he fotografiado según se desarrollaban los acontecimientos.
Yo llegué antes que Lilly para conocer a la familia y que pudieran sentirse a gusto conmigo fotografiando estas últimas rutinas del día. Me enamoré más o menos al primer minuto, minuto y medio. Desprendían positividad, energía (a pesar de las horas) y sobre todo sentí su agradecimiento a esta nueva condición de padres y su amor por sus hijas, a pesar de sus dificultades desde el parto hasta tenerlas juntas en casa.
Verles cuidar a sus hijas era como ver una máquina bien engrasada, que dos no son uno, y eso se nota.
Cuando apareció Lilly el ritmo se paró durante un instante en el que se sentaron a poner en común las notas del día: cómo habían comido, cuanto, cómo habían estado durante el día, los problemas a los que se habían enfrentado.
Lilly les escuchaba pacientemente y cuando preguntaban algo ella les respondía reafirmando lo que ellos habían hecho o dándoles algún truco para probarlo la siguiente vez.
Una vez transmitida la información general la máquina se rehizo en dos segundos y comenzó a funcionar en modo triciclo en vez de bicicleta. Los engranajes se seguían moviendo con la misma rapidez, aquí se notaba que esta no era la primera visita, y entonces pude empezar a disfrutar detrás de la cámara para poderles mostrar cómo minuto a minuto estaban descubriendo sus vínculos con las pequeñas.
Y es que con una persona más puedes ir disfrutando, por turnos, y detenerte para mirar al bebé que tienes en brazos mientras le das el biberón, observar el ritmo de su pecho cuando duerme, mientras que tienes la tranquilidad que hay otras personas cuidando de tu otro bebé. Incluso contando que fuera uno, puedes ver tranquilamente sus caritas mientras que se bañan, observar sus reacciones ante el tacto de la toalla o simplemente relajarte mientras que a ellos les sobreviene el sueño después de un masaje reparador que para ti lo quisieras.
Además tuve la oportunidad de presenciar cómo Lilly les enseñaba y les dejaba hacer, un tándem perfecto que promovía la tranquilidad en los padres que al sentirse apoyados pueden transmitir esa calma a las pequeñas A y J que se portaban de maravilla.
Llegó tarde, pero también tuvimos la oportunidad de cenar, sin apenas interrupciones desde el primer bocado hasta el último de una deliciosa pizza. Un momento de pareja (aquí fui yo la que me colé) para poder hablar de cómo se ha llevado el día, de las cosas pendientes, de los anhelos de futuro…básicamente de todo aquello que no has podido hablar mientras que nuestras cabezas están dirigidas a los pequeños o a echar una cabezada entre toma y toma.
Después, las últimas comprobaciones, arrumacos a los bebés, y a descansar con la conciencia y la mente tranquilas de saber que hay una persona a escasos metros cuidando de nuestros pequeños.
Lilly, y asumo que todo el personal de MySalus son, además de una ayuda inestimable en la maternidad, la herramienta perfecta para descubrir sin prisas y con calma los vínculos entre tu y tu/s bebé/s y seguir trabajando en los de pareja.
No sé si volveré a ser mamá, pero sin duda me quedaría muy tranquila teniendo esta profesionalidad y saber hacer cerca de mi.
Cuantas cosas estoy descubriendo ahora…que ya me llega tarde, jo. Si llegó a saber antes de MySalus!!!
Algo parecido me pasa a mi Nuria. Por eso quería verlos de primera mano por si vuelva a haber oportunidad contratarlas
Ni idea tenía yo de este tipo de servicios y de verdad, me parece genial que exista esta alternativa. Como bien dices, hay mucho padres que no tienen red familiar o no quieren (por los motivos que sean) que la familia los atienda. Desde luego ahora que tengo un peque de cuatro años, si volviera a quedarme embarazada, lo mismo solicito estos servicios para los primeros días. Las fotos, una maravilla, como siempre. No me canso de verlas. Besos