Sesión de fotografía anual de familia
Lo de ver crecer a los niños es genial, siempre me sorprende cómo nos preocupamos de hacer una foto al mes durante el primer año pero luego vamos perdiendo esa bonita costumbre a lo largo de los años. Conozco muchos proyectos preciosos de personas que en un mismo lugar se toman una foto cada año por las mismas fechas. Ver cómo crecemos es genial cuando lo hacemos en retrospectiva, por eso no me opuse cuando Lía me dijo que hacía un viaje relámpago a Madrid y que quería volver a hacer su sesión de fotos de familia en el Retiro como el primer año.
La sesión que hicimos fue de lo más especial, sin duda lo notaréis porque una de sus fotos adornó mis cabeceros de la web ;-), por eso no podía negarme y ceder a su propuesta. Y nos fuimos, pero este año habíamos crecido, y darle de comer a los patos y ver las barcas pasar era una actividad muy apetecible, y si encima te acompaña mamá se convierte en pura diversión.
Pero no solo los patos iban a tener cosas ricas. La peque tuvo su ansiado chupachups pero claro…había que compartirlo con mamá (y no era nada fácil)
Claro que ella siempre sale ganando…..es lo que tiene los años de experiencia extra (completamente antireglamentario :P)
Momentos como estos estoy segura que tenéis todos, pero ¿cuántas veces los habéis capturado?
Estamos en otoño y como marca la estación no podemos dejar pasar la oportunidad de jugar con las hojas, lanzarlas al aire, recogerlas, hacer guerras infinitas para ver cuántas se quedan en el pelo….en fin, un elemento de juego tan sencillo como polifacético
Por si os lo preguntábais…si, ese montón de hojas iba dedicado exclusivamente a mi (más de una y más de dos veces) pero es lo bueno de que te guste tu trabajo…te lo pasas pipa con ellos
La pequeña A siempre ha tenido inclinación natural por las princesas, y como no podía ser de otra forma, cuando dimos con la canción que despertaba su interés pasamos a la acción:
Lo de hacer fotos cansa, no os lo voy a negar, pero vaya, que no hacía falta esconderse de mi….fundamentalmente porque os voy a encontrar jeejejejeje
Una vez cogido el ritmo de la sesión hay tiempo para todo, posados, robados, algo a medias…..
Lo importante al final es tener a alguien que no te deje acomodarte y siempre te esté enseñando el lado positivo de las cosas y su magia
A mi me váis a perdonar pero, los que me conocen, saben que llevo perenne en la mochila un pompero y una bolsa de globos. Sin duda el mejor reclamo para que los niños disfruten y se olviden de la cámara.
Un mañana llena de fotos, que servirán para congelar esos instantes y volver a poner una sonrisa año a año cuando nos veamos crecer en los otoños de el Parque de El Retiro.
No hay parque malo si los que estáis frente a la cámara sois vosotros. El Retiro, El Capricho, el parque al lado de casa o una zona boscosa escondida en la ciudad…. lo importante no es el lugar, son los recuerdos que generáis y mi capacidad para capturarlos y hacerlos «para siempre»