Empiezo el año tarde (tampoco me voy a fustigar) pero no implica que no lo haya empezado bien.
El año 2016 empezó con mucho trabajo, entregas de pedidos pendientes, nuevos trabajos, preparando proyectos nuevos…. empezó pudiendo disfrutarlo en familia, por fin volvíamos a ser 3 en casa y esto se ha notado.
Pero sobre todo empieza con una desconexion necesaria. Después de 4 años sin casi oler un aeropuerto más que para recoger a visitas somos nosotros los que nos montamos en un avión de camino al paraíso. No será un viaje como los de antaño, pero quizás el llevar a mi hija me de otra perspectiva de lo que descubra, no faltará mi compañera de fatigas y es q soy una mujer a una cámara pegada, ni tampoco faltará un cuaderno donde garabatear pensamientos.
Me voy pero no os dejo, soy incapaz, y ya que todavía tengo la felicidad por volver a tener a mi compañero a mi lado, quería dedicarle mi primera entrada a una sesión que para mi fue especial en muchos sentidos.
Recibiendo a un nuevo miembro en la familia
Primero porque la madre de la familia es una persona dulce que transmite energía positiva desde el primer minuto que hablas con ella, también porque nuestro primer protagonista nos frustró nuestra sesión de primeros días en casa, pero gracias a su fortaleza de León me regaló esta sesión con momentos inolvidables, y por último (y no menos importante) descubrí cómo esto de aumentar la familia, hace crecer en un abrir y cerrar de ojos a esa bebé que me miraba con ojos como platos la primera vez que la conocí y que ese día me demostraba el espabile de una auténtica hermana mayor.
Estos son momentos del día a día, en la casa de SweetCarving, con sus dosis de caos, de risas, de calma chicha, de miradas cómplices entre los jefes del equipo, momentos para darse espacio, para apretarse como una piña, y sin duda alguna para disfrutar en familia de una mañana cualquiera.
Gracias Patricia por dejarme mostrar un pedacito de esa mañana fantástica, por confiar en mi para capturar estos momentos y además decorar con ellos alguna pared que otra de ese precioso hogar.
Espero q disfrutéis con las fotos y sigáis asomandoos por aquí a pesar de lo desastre que puedo llegar a ser
¿Que te voy a decir yo? Ante todo, gracias, gracias por tus bonitas palabras, por plasmar la belleza de lo cotidiano, por hacernos ver que hay momentos de perfección en una familia caótica más allá de las ramas de eucalipto y las paredes blancas. Y por último, gracias por grabar en mi memoria y en fotografías, esa evolución de mis hijos de la que formamos parte los padres pero pocas veces podemos capturar al lado de ellos.
Gracias Eva❤️
Gracias a ti por esos momentos inolvidables
Ohhhh…qué bonita sesión Patriiii….estáis guapísimos…genial todo el trabajo de Eva…muchos besos a todos