Día 1
Empieza mi aventura en el mundo…
Día 2
Esto no va a ser fácil. Para empezar, aquí fuera todo es muy grande y hace mucho frío… ¡Menos mal que tengo el calor de papá y mamá! Cada vez que me cogen en sus brazos me siento a salvo.
Día 3
Me separo muy poco de mi mamá: su olor, su voz y su respiración me reconfortan.
Día 4
Mamá me da de comer siempre que se lo pido: son unos momentos muy especiales, los más parecidos a cuando estaba en su barriga.
Día 5
Papá me lleva a todas partes: pasamos de la cocina al salón, del baño a la habitación… La luz y los colores bailan a mi alrededor. ¡Hay tantas cosas que mirar que no sé por dónde empezar!
Día 6
No entiendo muy bien el idioma que habla mi padre conmigo: hace sonidos muy raros… Eso sí, son divertidos. Y yo le contesto con gritos y llantos, el lenguaje universal de los bebés.
Día 7
Ya tengo una semana de vida, y lo que más me sigue emocionando son las caras de papá y mamá cada vez que hago algo nuevo: se les ponen los ojos como platos, aplauden, se abrazan, lloran… ¡Están completamente locos por mí! Esta relación promete…