Los primeros momentos en casa pueden resultar muy caóticos.

Si es el primer hijo quizás estarás en ese momento de acople, de encontrar vuestro ritmo, debatiéndote entre dormir o ducharte, cambiarte de ropa o comer. Igual ya tienes experiencia y en lo que estáis es en acoplaros todos y buscar ese nuevo espacio y reorganizar rutinas.

Lo creas o no en medio de ese caos pasan cosas, pequeñas, quizás invisibles, pero son las que te mantienen en pie y, contra todo pronóstico, con consiguen sacar una sonrisa y hacer que desaparezcan las ojeras o mitigar las ocasionales lágrimas.

En casa es donde mejor se está en esos primeros días, sintiendo el calor del piel con piel, las caricias de la familia, conociendo ese concepto de día y noche, activados por pequeñas voces que corren y revolotean a vuestro al rededor. En este lugar los bebés tienen todo lo que necesitan y por eso siempre prefiero moverme yo a ese espacio antes de haceros venir donde yo me encuentro.

Esta es una sesión aún mas relajada de cualquier otra que podáis ver. Es una sesión donde vamos generando situaciones, donde dejamos fluir la vida del hogar, siguiendo los ritmos del bebé, gestionando la energía de los mayores.

Una sesión donde os podéis abandonar a vuestro día a día porque ahí es donde quiero que os veáis, donde podáis capturar vuestras vivencias y emociones de manera que luego se lo podáis contar cuando crezca y mostrarle su delicadez y su resistencia.

El primer mes pasa muy rápido, no lo dudes ¿Quieres recordarlo?