Café de los viernes: Big Bang Data

exposicion big bang dataBIG DATA: Los datos y nuestra relación con ellos

Esta semana he ido por fin a la exposición Big Bang Data en el Espacio Fundación Telefónica (Calle Fuencarral, Madrid) y ahora que tenemos un ratito, y aprovechando nuestro café de los viernes, quería contaros lo interesante de esta exposición.

 

Sinos estuviéramos tomando un café, probablemente tendríamos el móvil cerca, seguramente hubiéramos utilizado el GPS para consultar dónde habíamos quedado o alguna aplicación que nos dijera la forma más rápida de llegar del punto A al punto B (Esto en Madrid es fundamental), nos habríamos hecho un «selfie» o fotografiado nuestro delicioso café y lo habríamos compartido con muestro nutrido mundo 2.0. y, mientras conversamos, seguro que habríamos consultado google para confirmar un hecho del que estuviéramos hablando.

Definitivamente generamos muchos datos, es más, nosotros somos un dato en si mismo (por dura que parezca la afirmación).

Esto, en realidad, siempre ha sido así, la diferencia entre antes y ahora es que grabamos y codificamos esos datos y los lanzamos al mundo. Existen máquinas que recogen miles de millones y números que hacen marearme y los almacenan en servidores y en una cosa tan inconcreta como es la nube.

Si nos estuviéramos tomando ese café te diría que esta exposición es una forma muy buena de ser un poco más conscientes de la cantidad de datos que existen, de poder asomarnos a algunos de los usos que tienen esos datos y sobretodo a ser un poco más conscientes de dónde y cómo se almacenan.

Dentro de la misma página del espacio fundación teléfónica o en la de los coproductores de la exposición (CCCB) podéis ver los vídeos producidos para la exposición, con varios expertos poniendo en referencia la masividad de los datos con los que trabajan y la importancia de no solo acumular sino analizar dichos datos con las preguntas adecuadas para poder extraer una información útil.

Os diré que como fotógrafa y usuaria de las redes sociales hay dos cosas que dejan profundamente impactada al caminar por el espacio de la exposición:

El primero es el espacio Hello World! producido por Christopher Baker.

Una cacofonía de sonidos producidos por 5000 vídeos extraídos de internet y donde los protagonistas nos están relatando alguna historia personal desde un espacio personal. Si escuchas puedes filtrar los sonidos individuales y captar fragmentos de esos videoblogs, pero finalmente te evades, paras de escuchar, y simplemente te centras en oír el ruido.

Hello World

El segundo es 24Hs in photos por Erik Kessels:

Una montaña de fotografías impresas que representas las fotos subidas a Flickr en un día.

Solo eso ya te hace consciente de la cantidad de información que llegamos a compartir, muchas veces de forma inconsciente o naive, en esa llamada nube de escala global.

24Hr in photos

Un trabajo excelente de recopilación que nos abre a un mundo de posibilidades y a la vez nos hace conscientes de todo aquello que está detrás de nuestros, teléfonos, ordenadores, tablets, y muchas veces ni nos planteamos.

Para terminar, y que tengamos que repetir el café, me quedo con una reflexión que nos hacen al final de la exposición: Lo que los datos no cuentan.

Situar la cultura de los datos en el centro de la toma de decisiones y de nuestra manera de interpretar el mundo abre muchas posibilidades, pero también implica numerosos riesgos. El principal peligro del datacentrismo es que fomente la idea de que en los datos se encuentra la respuesta a cualquier problema y que nuestra sociedad puede prescindir de mecanismos más imperfectos y desordenados, basados en la política y la negociación.
Preservar valores como la subjetividad y la ambigüedad es especialmente importante en un momento en que es fácil pensar que todas las soluciones son computables y se encuentran dentro de un servidor, almacenadas en un Data Center.
Nos ayudará a cuantificar todo en nuestras vidas pero, ¿nos ayudará a entender que no todo lo que importa en nuestras vidas es cuantificable?